Que el Inmaculado Corazón de María, triunfe pronta y urgentemente en nuestros corazones, y se sanen y restauren nuestras almas, nuestro matrimonio, familia y el mundo entero.
Que por intercesión de María, se derrumben lo muros y se desaten los nudos que nos mantienen cautivos del pecado, el error, la confusión y el alejamiento de Dios.
Que recibamos la gracia y la Inspiración del Espíritu Santo, para actuar, rezar y sacrificarnos a cada momento, de manera agradable a Dios, para que su gracia actúe eficazmente en nosotros y en el mundo entero, y nos lleve a una pronta, verdadera, permanente y profunda conversión a Dios.